domingo, 16 de mayo de 2010

Gracias por existir

¿Alguna vez habéis pensado en el amor? Yo sí. Muchas veces. Incluso cuando no quiero reconocerlo (porque soy el colmo del antiromanticismo) . Y hoy, como tantos otros días de mi vida, me he puesto a darle vueltas a ese gran concepto, para comprender que, yo ya he encontrado al amor de mi vida. Y me explicaré.

Veréis. Hoy estaba sola en casa. ¡Pocos fines de semana puedo decir eso con todas las consecuencias!; mi casa es un hervidero de gente, mis padres, mi cuñado, mi hermana, mis perros, vaya, que vivo realmente acompañada. Sin embargo, este fin de semana me he quedado sola por diversos motivos que no vienen a cuento. Y lo curioso ha sido que, después del primer sentimiento inicial de euforia, me sentí bastante sola (como Ella antes de que Melissa regresase), sin embargo, agarré el teléfono y llamé a mis amigos. Y disfruté. Volví a sentirme en casa. Porque lo cierto es que, no formo parte de ningún sitio y como canta Quique Gonzalez "En todas las ciudades me siento un habitante más" pero, cuando estoy con ellos, o cuando, aunque no estén, los siento cerca... es mágico porque noto como si una barrera protectora, una frontera de invencibilidad me rodease...

Hoy Llanis tiene la puñetera culpa de que me vaya a poner a estudiar a las 8 o las 9 de la noche teniendo mañana un examen y ¿sabéis lo sorprendente? ni siquiera está aquí. Me he puesto a ver «Sexo en NY» en contra de mis, por llamarlo de alguna manera, gustos- ya que lo cierto es que jamás le encontré la chispa a esa serie- pero como pronto estrenan la segunda peli y sé que le hará ilusión ir a verla, me he dicho ¡Voy a ver la primera, y vayamos juntas a la segunda!. Y, tiene gracia que una de esas pelis típicas moñas cuyo final conoces de sobra y en las que sabes que todo acabará bien, me haya hecho despertar de ese letargo en el que llevo sumida un par de meses notándome «fuera de lugar» y siendo como mis altavoces (que curiosamente sólo pueden estar en ON o en STANBY).

Estoy enamorada. ¡Muy enamorada! y el amor de mi vida no es un hombre o una mujer con la que intercambio palabras románticas y sexo. El amor de mi vida son unos amigos y no unos amigos cualquiera si no, ¡mis mejores amigos! y , sinceramente, eso me parece más mágico, importante, fantástico y emocionante de lo que jamás podría haberme parecido un amor de cuento de hadas.

Así que, bueno, esta carta sin sello en la que (como raras veces haré) me descubro sin medias tintas, sin segundos significados y sin barreras de protección que me libren de que el mundo me haga daño, va por ellos, incluso aquellos que ya son importantes y no he hecho más que empezarlos a conocer (porque lo importante no es desde cuando conoces a una persona si no cómo te sientes con ella) alguien dijo una vez que «cuando algo va bien es como si hubiese sido así siempre».

¡GRACIAS POR EXISTIR!

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