Siempre ha sido de esas lectoras anónimas. Esas que siguen todas las actualizaciones de un completo desconocido cuando le gusta lo que escribe o cree que tiene potencial y jamás firma. Nunca le han gustado las redes sociales y dejó de fumar, aunque nunca lo hizo con asiduidad, hace ya un par de años.
Ella cambia su habitación varias veces al año, arregla sus muebles y todos los aparatos de la casa. Su opinión suele ser un enigma porque es fan del silencio. No es que se calle cuando tiene ganas de hablar es que directamente articular palabra por algo que no cree relevante le requiere tanto esfuerzo que, directamente, opta por no hacerlo. Es de esas personas a las que las palabras vacías le resultan estúpidas, «si no hay nada que decir es mejor no decir nada».
Su nombre le parece horrible así que siempre lo abrevia en Ella y de hecho, salvo familiares y aquellos relacionados con cuestiones legales, nadie lo conoce. Es un poco escéntrica, que es como se les llama a los raros con estilo, pero lo cierto es que nunca falla a los suyos aunque "los suyos" sean pocos y muy diferenciados, e incluso, aunque no los vea durante años.