sábado, 4 de noviembre de 2017

Notificación de desahucio

Aborrecidas inseguridades:

Me gustaría saber por qué sois tantas y de dónde venís. ¿Quién os dio permiso u os firmó un contrato para vivir en mi cuerpo y ponerlo patas arriba? Si alguna vez os lo preguntasteis, no, no sois bien recibidas.

Quisiera haceros muchas preguntas, casi un tercer grado, pero sé que sólo formularlas sería invitación inevitable para más de vosotras y alguna que otra de vuestras primas segundas: las dudas. Así que, tendré que quedarme con las ganas de saber vuestras respuestas, aunque puedo imaginarlas y pronto dejarán de tener importancia.

Hoy solo quiero deciros que voy a luchar, que deberíais temerme porque os conozco de sobra, ya son muchos años conviviendo juntas y sé que aunque a ratos crezcáis, también por momentos desaparecéis y hasta, incluso, he conseguido desahuciar a más de una de vosotras.

Aborrecidas inseguridades, he emprendido una batalla sin retorno contra vosotras y sé que sólo habrá un vencedor, espero ser yo. Por eso os escribo esta carta de desahucio con fecha límite hoy, para que sepáis que a partir de este momento pasáis a ser ocupas ilegales de mi mente y de mi cuerpo y, por lo tanto, tendréis que enfrentaros a una próxima expulsión que acabará cuando logre borraros de mi existencia.

Esta es una carta de aviso y despedida. Una notificación de desahucio que tardará años en ser efectiva, pero, tranquilas, lamento comunicaros que jamás me asustaron los procesos largos y que acabaré por desgastaros y eliminaros.

Sin intención de volver a veros, me despido.
Nunca vuestra,

YO