jueves, 16 de octubre de 2014

Ángeles, criaturas maravillosas y días señalados

Era un día especial, todos los 16 de Octubre lo eran desde antes, incluso, de que ella tuviese uso de razón. Aquel día cumplía años una persona muy especial. Podría haber sido la protagonista de un cómic de esos de héroes, la brillante señorita Fletcher, la ganadora de un premio a la mayor de las paciencias... Ella era así, una persona brillante, con mucho carácter y bondad para dar y regalar, una luchadora nata, un cúmulo de nervios siempre canalizados en hacer cosas positivas, un pequeño torrente de emoción y sentimientos. Su madre. 

Sin embargo,  el día había amanecido dolorido, estaba enferma y aquello le contrariaba con todas sus fuerzas, no sólo no podía estar con su madre aquel día si no que además no podía disfrutar de lo hermoso que era porque no se encontraba bien y cuando ya, desesperada y hormonada (lo cual le hacía tener grandes cambios de estado de humor) estaba a punto de gritar, estallar, llorar y salir corriendo, apareció él. Con su sonrisa, con sus ánimos y esperanzas, con su aporte SIEMPRE positivo, con su apoyo INCONDICIONAL. Y la tormenta de su interior se calmó. Aunque no pudiera estar con su ángel manchego, había encontrado una criaturita maravillosa que, como su madre, sabía sacar lo mejor de ella. 

Sonrió con todas sus ganas, maquinó un plan (aunque desconocía si tendría tiempo suficiente) y se dispuso a disfrutar del día con todas sus ganas, con toda su ilusión. Porque, desde que tenía uso de razón, e incluso antes, los 16 de Octubre eran una fecha señalada del calendario.