lunes, 3 de mayo de 2010

¿cambiaría algo?

- Y tú Mel ¿Cambiarías algo de tu vida?

Que si cambiaría algo de su vida...¡Claro que lo cambiaría!, ¡Cambiaría tantas cosas!, para empezar dejaría de fumar, odiaba el olor del tabaco, sin embargo, no sabía despegarse de él, era tan relajante, cambiaría los colores de su habitación y, de paso, de su vida. Puestos a cambiar cosas también podía cambiar su manera de desafinar en la ducha, y esa estúpida costumbre de quedarse embobada ante las luces de colores (sin ni siquiera poder evitarlo), cambiaría las noches de insomnio por noches de compañía, y ese desorden suyo por esa forma de ser metódica que tenía Ella. Ya que se ponía podría bajar algunos kilos, y que sus ojos fueran más grandes. Pero... todo aquello no era nada, porque sabía que podía vivir tranquila y orgullosa sin cambiarlo. Sin embargo, había un cambio, un sólo y único cambio que llevaría a cabo sin dudarlo...Tenía que haberle dicho en su momento que le amaba, que aquella fachada de chica dura sólo era eso, fachada, que las noches en la parte trasera de su coche eran algo más que sexo por que sí, y que dormir abrazada a él la devolvía a la vida. Cambiaría todas las noches de fiesta por una noche en sus labios, y todo el oro del mundo e incluso sus amadas New Rock por seguir siendo la niña de sus ojos, ya no recordaba cuando tiempo llevaba amándole pero, sin duda, mucho más del que ella se atrevía a recordar... tenía que haberle dicho que le amaba en su momento. En aquel primer instante en que se dio cuenta de lo que él despertaba en su interior...

- ¡Mel! ¡Te he hecho una pregunta!
-¿eh? - Respondió saliendo de su ensimismamiento
- ¿Qué si cambiarías algo de tu vida? - Dijo Ella espectante
Melissa se lo pensó durante unos segundos. Ya no podía hacer nada al respecto. Las cosas habían seguido su rumbo y ya no habría más días de pasión, de amor o de magia...
- ¡No!
- ¿No?
- ¡Claro que no! ¡Si cambiase algo dejaría de ser tan encantadoramente rara! - Dijo mientras sonreía despreocupada finjiendo como nunca. Ojalá Ella no se diera cuenta... Ojalá...
- Desde luego Mel ¡Tú no tienes abuela! ¡Ni remedio!

Y ambas comenzaron a reir...

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