miércoles, 5 de mayo de 2010

Ella y el tabaco de Melissa

El día que conoció a Melissa ésta le pidió como favor personal que le guardase un cigarrillo de black devil de cereza en la funda de las gafas (que rara vez se ponía aunque las necesitaba para ver bien). Bastantes meses después Ella tuvo que usar las gafas para ponerse a estudiar, se encontró el cigarro de Melissa y se lo devolvió. Desde entonces la funda y las propias gafas no han dejado de oler a la cereza de aquel tabaco, lo cual tiene gracia porque Mel nunca volvió a fumar black devil de cereza ya que se pasó al de chocolate. Sin embargo, aún hoy, años después, ese tabaco le sigue recordando a Melissa, le sigue oliendo a primera vez. (=

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