miércoles, 23 de junio de 2010

Mel, Ella y las pesadillas

- ¿Qué tal has dormido? - le dijo Ella a Melissa
- He tenido pesadillas - contestó Mel ojerosa
- ¿De las buenas o de las malas? - Insistio Ella
- Mis pesadillas siempre son malas...- Dijo Mel triste y cansada

Ella miró a Mel y comenzó a hablar:

Nunca entendí porque para la gente las pesadillas siempre son malas. Será porque a mi nunca me dieron miedo los monstruos grandes y feos. Es más, cuanto más horribles parezcan, más interés me suscitan y menos miedo me inspiran. Tengo la teoría de que aquellos que se muestran más fieros acaban siendo los más gentiles, eso sí, siempre a su manera, pero ¿quién no hace las cosas de un modo peculiar?.

Sólo hay que tener paciencia y no huir para poder descubrir la magia de las pesadillas, que ya se sabe cuando uno prueba poco a poco el veneno al final, aunque cueste, o le mata o se vuelve inmune a él.

Siempre creí aquello de que «Las infancias difíciles dan como resultado los adultos más interesantes» y Él nunca dejó de parecerme una de esas pesadillas geniales (=

Melissa sonrió y pensó...«al final puede que sí existan las buenas pesadillas, habrá que investigarlo»

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