miércoles, 6 de marzo de 2013

Fotos del pasado


Aún huele la mezcla de tierra mojada y pino de ese día de abril.
Había tormenta, pero la de la calle era la que atronaba con menos fuerza, en su corazón aquel día se libraba una batalla en la que jamás hubo vencedores ni vencidos, sólo una decisión.
Siempre le ha gustado pasear, especialmente cuando necesita despejarse, es difícil, por no decir imposible, la libertad que siente caminando durante horas con la mente en blanco mientras, incosncientenmente sus pensamientos se ordenan. Y ese sábado de abril fue uno de esos días que nunca se olvidan.

Dos tormentas se acercaban hacia ella, que desde niña las ha temido, y en lugar de correr se fue a lo más alto del monte para contemplar los rayos y truenos hasta que, finalmente, decidió correr los cinco kilómetros que le faltaban a casa, eso sí, no sin pararse a hacer fotos, no sabía qué le traería la decisión que, sin saber cómo, acababa de tomar, y tampoco sabía lo importante que iba a ser en su vida, sin embargo, tenía la certeza de que debía guardar un pedazo de aquel instante para que, si no lo perdía, en un futuro, pudiera volver la vista atrás y reflexionar sobre ese día, ahora si, con perspectiva.

Es interesante como pasa el tiempo.
Durante años aquella foto, junto con todas las que hizo ese abril, desaparecieron. Algunas no han sido reencontradas aún, aunque probablemente se hallen en algún baúl con forma de cd, perdido en tarrinas escondidas por su habitación. Sin embargo, no hace mucho, su padre le devolvió esa foto...seguía oliendo a pino y tierra mojada, y seguía transmitiendo libertad y adrenalina.

volvió la vista al 2007, a sus decisiones, a ese día. Hizo un recorrido mental desde aquel momento hasta el 2013 y se sintió orgullosa de quien fue y de la persona en la que se ha convertido. No había sido perfecta, ni le hacía falta serlo, algunos la tacharían de ególatra, pero le daba igual, no se cambiaría por el pellejo de nadie, ni cambiaría ni una sola de las decisiones que había tomado. Pese a que algunas le hubieran hecho daño.

Guardó la foto y sonrió... aquel día no había dos... había hasta 4 tormentas (entre las propias y las de la naturaleza) y después de todas ellas llegó el sol.


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