Melissa es la única mujer a la que he visto subir en bicicleta con tacones y no caerse. Pareciera como si esa elevación de sus zapatos fuera una prolongación más de su cuerpo, es como un felino nocturno, sigilosa, elegante, voraz...
Sin embargo, en días como hoy a Melissa le encantaría pisar bien fuerte y "pirarse" con sus tacones a otro lugar donde sí brillasen estrellas...
¿Pero qué sería de Melisa sin su M de Madrid?
No hay comentarios:
Publicar un comentario